Conservación y restauración: honorar la historia de la hidroaviación
Después la implantación en 1930 de la Base de ensamblaje y de ensayos en vuelo Latécoère, y después la de la hidrobase de los Hourtiquets al fin de los años treinta, verdadera puerta del Atlántico, Biscarrosse estaba el lugar para estar para la creación de un muso de la hidroaviación único en Europa.
Salvaguardar un patrimonio único
El Museo se ha propuesto la tarea de recordar la historia de los hidroaviones, desde los precursores en sus extrañas maquinas, a los más recientes y eso en todo el mundo.
Por eso, se ha recogido:
- Archivos,
- Documentos fotográficos,
- Cartas antiguas,
- Autógrafos,
- Ediciones originales,
- Trajes de vuelo,
- Decoraciones,
- Uniformes,
- Cuadernos de bordo,
- Folletos de vuelo,
- Recuerdos personales de famosos pilotos,
- Piezas sueltas,
- Motores,
- Hélices,
- Maquetas de hidroaviones cuyas algunas muy antiguas,
- Decoraciones interiores,
- Cuadros originales y reproducciones,
- Carteles,
- Documentos publicitarios de la época,
- Etc…
Esta presentación histórica ocupa edificios de 1250m2 al suelo, cuyos algunos son de época porque sirvieron a darle alojamiento a los obreros de la hidrobase de los Hourtiquets.
Los hidroaviones “en verdadero tamaño” hoy son rarísimos. El tiempo y la corrosión marítima han hecho su trabajo. Aparte de algunos aparatos restaurados por apasionados, los hidroaviones que fueron salvados están actualmente en los museos.
¿Y por qué no en nuestro museo? En el gran vestíbulo de exposición de 480m2, hidroaviones desde 1912 a los años ochenta, restaurados o en proceso de restauración, están expuestos.
Nuestro trabajo de salvaguardia y de conservación en imágenes
El museo se apega por lo tanto a salvaguardar este patrimonio tal y como las técnicas de construcción inherentes de este ámbito.